DADOS DE BASALTO

26 diciembre 2008

Mi resumen del año

El 2008 empezó mal, como todo bisiesto que he vivido. La bolsa seguía en caída libre excepto los días en que algún listo recogía beneficios y los nuevos mandadores entraron a saco [así ha seguido]. Febrero fue el mes más triste de mi vida y lo único que interesó a mi yo en marzo fue la muerte de mi madre. Abril es siempre mes de libros. La revista en que a veces colaboro cumplirá 25 años y el magnífico Memoria Histórica 2007 se presentó en sociedad. En mayo mucha gente estaba harta aunque parece claro que tendrán que convivir con ello mucho tiempo y algunos políticos mostraban sus cualidades y su escasa calidad. Para mí, el paro es la noticia de junio [temo que será la noticia muchos más meses porque en enero acaban las prestaciones de no pocos], pido asilo mental a Roth y todo lo que le rodea. Mi hermanita me refugió en Cádiz unos días de julio. Lo peor de estas fechas fue que el cemento sigue conquistando al verde El único exceso que nos permite el ahorro son las vacaciones. En agosto cumplimos un sueño deseado durante años. La crisis en setiembre pasó de la materia al espíritu, eso facilita la ausencia de crítica y el aumento de pelotas y colocadores. Hasta los pájaros huyen. Nadie se enteró en octubre de lo mal que se llevan los perros. Los reyes magos vinieron anticipados. Noviembre fue literario [Nica, Basilio, Bayal, Álvaro] pero lo más sorprendente es que Trejo encontró un documento que justifica el oro que va a cubrir la catedral. El año acabó como empezó. En lo perso-laboral nada ha mejorado y en lo social la crisis avanza. ¡Vete ya, maldito 2008!

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