DADOS DE BASALTO

04 marzo 2008

Ángeles González Pérez

Para no morirme yo, revuelvo el armario de mis recuerdos. Busco la risa de mi madre, la paz de su mirada, la caricia de sus manos y los besos sonoros que me enseñó a dar.
Para no morirme yo, creo una fuente en mis ojos que se nutre del río desbocado que axfisia mi alma.
Para no morirme yo, miro a mi hija y la abrazo fuerte contra mí. Me refugio en sus sueños y esperanzas y la pido ir a patinar.
Para no morirme yo, miro fotos, corro desbocado por las calles, me dejo querer por los que me quieren y llamo a los que están lejos
Para no morirme yo. Ahora que la vida se me ha muerto.

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