Noto que cada vez me gusta más. Como si debiera vivir aquí y sin embargo en un acto de traición hubiera huído. El mar era una balsa y el sol un lujo. Cádiz me llama cada vez que vengo, y cada vez vengo más. Hace años incluso tenía cuerpo de mujer, pero no rompí las murallas. Dice mi sobrina que busque aquí un trabajo. ¡Si pudiera! Nos vendríamos los tres.
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