Vuelve uno y es cosa ya habitual. Si no me crees te pongo de muestra un botón. El mundo en mi ausencia sigue exactamente igual lo cual debería indicar que no soy imprescindible pero tampoco prescindible. No soy causa ni efecto de nada. Soy un simple mirón que cuenta cosas. Me planteo clausurar el blog porque ya casi nada me hace daño ¡qué triste creer en tan poco! Eso sí, prometo que antes hablaré de como es Cabo Norte, de algunas cosas que allí sucedieron y de las amistades que encontré.
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