Los experimentos que nunca realicé.
He publicado bastantes artículos en sicología desde que empecé haciendo un trabajo sobre indefensión aprendida. Entonces manejaba incluso programación y diseñé un pequeñoo programa para verificar por qué cuando nos dicen a todo que no, solemos sentirnos sin fuerzas para seguir haciendo nada en la vida. Luego estudié la herencia genética, la publicidad, que me mola mucho y sobre todo el aprendizaje en los adultos porque hemos pasado de pensar que los mayores son tontos a comprender que en muchos aspectos son bastante más inteligentes que los más jóvenes. Para verificarlo me puse yo mismo a estudiar otra carrera universitaria (con éxito) jajaja. Esto último es broma, lo hice por no aburrirme (es cierto)
Y en el camino me he dejado varios estudios que siempre he querido realizar pero por unas cosas u otras no he sido capaz. Probablemente los consideres estudios inútiles, pero a mí me atraen. Será que soy raro.
Por ejemplo: Sabemos que hay gente que adora la navidad y otra mucha que la odia (cada vez hay más, por cierto) ¿Qué razones hay para ello? ¿Hay una diferencia entre quienes son más mayores respecto a los jóvenes? ¿se debe a experiencias con la muerte? ¿tal vez es cuestión de trabajar o no trabajar? ¿o simplemente es que hay diferencias en personalidad y eso produce el amor o el odio al fun,fun, fun? Por cierto, yo por más que se empeñe la vida, sigo adorando y deseando que llegue la navidad. Y no precisamente por el encendido de luces o las ventas en los comercios. Ahora, más que nunca, deseo que vuelva a casa por navidad quien ya sabéis.
Otro estudio surgió a raíz de mis trabajos con el reconocimiento facial a partir de la teoría Paul Ekman. Yo ya había estudiado la genética humana como causa de la expresión emocional social. Una teoría que se remonta a un tal Darwin. Algo que me fascina.
Resulta que el americano mencionado obtuvo una beca de investigación para demostrar que los gestos faciales son producto del aprendizaje social y el científico tuvo que envainársela para recoonocer que en todas partes cuecen habas y que somos iguales, iguales . Yo lo que quería/quiero investigar, y estaba dispuesto a hacerlo con el TFG, pero mi tutora me puso a investigar sobre el parto, es si existe diferencia en el reconocimiento facial por parte de los jovenes y los mayores. Tengo sospechas de que los jóvenes reconocen las emociones mucho peor de lo que lo hacemos los menos jóvenes. Ahí lo tengo, no pierdo la esperanza.
Por último, o mejor dicho, una de las últimas cosas que me interesa es probar si los perros se parecen a los humanos. Es obvio que todo el mundo sabe que físicamente sí se parecen. Eso ya lo demostró el sicólogo japones Nakajima con varios experimentos muy inteligentes de reconocimiento facial. Yo quiero ir más lejos. Creo que si ves a un perro agresivo es porque su dueño es agresivo, si es tímido y cobarde su dueño también lo será, si es osado y chulesco, el humano que lo sustenta será así también y si es revoltoso y malcriado pues eso. Ahí si que no hay genética sino educación social.
Hoy he hablado mucho, toma un respiro y bebe agua.
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