Sufrimiento inane, dolor sin causa o razón. Tenerlo todo y llorar. Queda solo el consuelo de la música aplastada, en auriculares almohadillados, contra nuestros oidos. El mundo nunca nos dará todo lo que nuestros egocentrismo caprichoso exige. Ni somos entendidos por nadie ni, de modo inverso, entendemos a nadie.
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