Yo tenía nueve años y corrí al máximo para no perderme el "directo" del Apolo XI alunizando. Me tumbé en el suelo para verlo mejor, como hacía cada vez que me interesaba algo, también porque en esas ocasiones la casa estaba muy concurrida de vecinos. Mi abuela miraba escéptica en su butaca a mis espaldas y murió sin creerlo. Lo negó cien veces, que son menos de las que lo niegan los apoloescépticos. Reproduzco aquí el famoso puñetazo de Aldrin a uno de ellos. Por lo demás el misterio es algo inherente a nuestra condición humana. Por ejemplo: ¿Qué pasó con el Mary Celeste en 1872?. Peor aún, ¿por qué Windows crea tan pronto un -dice que- mejorado Sistema Operativo? y por último ¿cómo es posible que yo pueda descargar en mi pc videos de Youtube de modo directo -repito que uso Linux- y eso no pueda hacerlo con windows? ¡Ah, misterios, misterios! La verdad está ahí afuera.
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