DADOS DE BASALTO

24 febrero 2009

Irving

Me he chutado durante durante días a base de bien. Los libros de Empresa Activa casi han acabado con todos mis vicios y malos hábitos. Antes de que tal ocurriera compré una vaca sagrada: "El mundo según Garp". En las dos primeras líneas de la introducción, del propio autor, una afirmación sorprente: "Mi hijo mayor, Collin, que tiene ahora treinta y tres años, era un niño de doce la primera vez que leyó El mundo según Garp,... (sigo pensando que hay en el libro escenas inadecuadas para lectores de doce años.)..." Obsesivo de mi, no hago más que dar vueltas en el perolo a las preguntas de: qué leen nuestros hijos y qué les hacemos -o les hacen leer- y qué criterios primamos en la selección de tales lecturas. Le doy vueltas y vueltas pero los círculos comienzan siempre y terminan en el mismo sitio. Sólo Moebius puede salvarme de esta circularidad. Aún así, aunque lo haga, no dejaré de repetirme las preguntas que el bueno de John ha incrustado en mi cabeza.

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