A veces alguien entra tan abatido que camina encorvado. Mide la mitad de su medida. "Y el dolor -me dicen- el dolor me mata. Estos parches parecen no hacer nada. Da igual que lo coloque en el pecho o en el brazo." Sale midiendo su medida, sin dolor y con vida, pero quedan muchas más sesiones para que el próximo día no vuelva a venir de nuevo midiendo la mitad. Después de que te la han pisoteado ¡se tarda tanto tiempo en recuperar la estima!
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