Nunca se puso el sol [Cabo Norte], 4 Agosto

Si ha habido alguna noche de verano con calor ha sido esta. El taxi nos lleva al aeropuerto en un suspiro. Madrid y sus autovías están vacías a esta hora. Son las 05,40 y la T2 está repleta de gente. Me encuentro a C.T. , que pequeño mundo, va a Italia. Hay al menos diez mostradores de Spanair abiertos ¿Dónde diablos facturamos? La chica de uno de ellos dice que ni idea pero que preguntemos a ella -señala al fondo- es la jefa. La jefa nos manda a los mostradores opuestos. Ya hay cola. ¿Porqué el miedo? Nos dijeron que era un charter y que fuéramos pronto por si el overbooking [es como el coco para los viajeros] Antes de montar en el avión vamos viendo quien nos acompañará [esto es nuevo y se debe al tipo de vuelo]. Sorpresa: Hay un niño [Silvia siempre ha viajado entre adultos] Más sorpresas: ¿Catalanes? ¡Pero si esos no viajan si no salen de El Prat! Claro es un charter. Un vuelo especial para que viajemos a Lakselv. Aquí hay al menos cinco excursiones juntas. Llegamos. El aeropuerto es tan pequeño que sólo tiene una sala. Aquí, como en otros aeropuertos del norte noruego sólo aterrizan avionetas y algún vuelo especial en verano. El verano -si esto es verano- dura aquí dos meses. Comenta la guía que nos recibe que cuando iniciaron los vuelos a Northkapp hace diez años fue tanta la expectación que hubo música y palabras del embajador noruego. En este septentrión las noticias son este tipo de acontecimientos [¿no he abandonado Plasencia?]. Al fin y al cabo este país tiene 4.200.000 habitantes y por supuesto no viven en el Norte que ahora pisamos.