Espero que no se ofenda ningún profesor que conozco pero estoy llegando a un razonamiento absurdo que no sé muy bien si sabré explicar. Uno acaba su jornada laboral [o casi] y llega a casa dispuesto a asesorar [lo diremos así] y animar [queda mejor] en los estudios a su prole [lenguaje no sexista], así que pasa gran parte de su tiempo libre dedicado a otras tareas que requieren no poco esfuerzo -siquiera emocional- luego llega el fin de semana y es más de lo mismo, aunque aumentado porque se dispone de más tiempo y probablemente los profesores han mandado más deberes o han programado un examen para el lunes o el martes siguiente. Podrá argumentarse en mi contra, con razón, que esa tarea es para los alumnos pero tal y como está el patio [más del 40% de fracaso escolar y algún profesor de malasangre, que ¡de todo hay en la viña de dios o del diablo!] uno no está dispuesto a dejar las cosas en manos del azar. Así que la única forma que tengo de conseguir un fin de semana en paz es pidiendo más vacaciones para los profesores. Estoy deseando que llegue navidad. El puente ya ha sido destruido, según informa la avanzadilla del alto mando.
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