Fue poco después de que la Cruz Roja Británica llegara, aunque puede no haber conexión, que se recibió una gran cantidad de lápiz de labios. Esto no era para nada lo que los hombres queríamos. Estábamos clamando por cientos de miles de otras cosas y no sé quien pidió lápiz labial. Desearía tanto saber quien lo hizo. Fue la acción de un genio, esa fue la idea de un genio de brillo inmaculado. Creo que nada hizo más por la gente que estaba en el campo que el lápiz labial. Las mujeres yacían en la cama sin sábanas, sin siquiera camisón pero con los labios escarlatas y las veías deambulando sin nada más que una manta sobre sus hombros, pero con los labios escarlata. Vi a una mujer muerta sobre la mesa de disección, aferrando en su mano un trozo de lápiz de labios. Al final alguien había hecho algo para convertirlos en personas de nuevo. Ellos eran alguien de nuevo, ya no eran por más tiempo un número tatuado en el brazo. Por fin podían interesarse por su aspecto. El lápiz de labios empezó a devolverles su humanidad.
Extracto del diario del Teniente Coronel Mervin Willet Gonin DSO que estuvo entre los primeros soldados británicos que liberaron Bergen-Belsen en 1945. Fuente: Museo Imperial de la Guerra tomado de http://www.banksy.co.uk/manifesto/index.html
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