Había reflexionado sobre nueve razones por las que no existe la U.P. y un argumento exculpatorio pero, ¡increíble!, he visto en un programa electoral un punto dedicado a la Universidad Popular. No me lo puedo creer. Resto una de nueve y me quedan ocho razones.
¡Ala, al ladrillo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario