Tenía quince años, y nos pasábamos los veranos en campamentos de Junior. Empezaba la autonomía y tratábamos de impulsar una bandera para ella. Un día nos la hicieron quitar unos policias secretas, dudaban de si era republicana. Uno de aquellos promotores - de la bandera quiero decir- luego fue director general en la Junta y bueno se lo montó bien. Otros seguimos tirando piedras. Otro día se sentó al fuego a cantar canciones Luis Pastor. Entre unos días y otros cantábamos las canciones de HILARIO CAMACHO. Era mucho antes de que todo el mundo canturreara tristeza de amor, mucho antes siquiera de que compusiera canciones para Sabina. Mucho antes de eso, nosotros cantábamos una "¿parábola?" suya sobre el billar, y la bola roja encerrada y siempre golpeada. Otras veces cantábamos los cuatro luceros y cuando nos enamorábamos cantábamos cuerpo de ola o princesa de cera. A veces cantábamos el final del viaje que quiero creer ha cantado en el momento de abandonar este mundo.
Buen viaje Hilario.
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