Uno vive, a pesar de todo, gracias a pequeños detalles -a muchos pueden pareceros nimios- que a mi me dan la vida.
1.- Fui arrastrado -literalmente- por mi hija el lunes para reservar el próximo libro de Harry Potter. Tanto le gusta que incluso lo quiere pagar de sus ahorros. No me digais que no es genial. Va camino de ser lectora insaciable. Libro por semana. ¿Os dije que era bibliotecaría de la clase?
2.- Ayer recibí el primer catálogo de la nueva temporada de pesca, y el jueves próximo solicito ya, algunos cotos trucheros de Salamanca [es una pena lo que pasa en Extremadura con la trucha]. ¡Vamos, que esto empieza ya!
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