Quéjense los que avasallaron,
quienes fueron expulsados
en un anterior reinado.
Quéjense, que es menester
llorar Granada perdida,
que se ganó por poder,
y no en batalla vencida.
Quéjense, señores,
que volverán con denuedo,
a poner picas en Flandes
si cogen de nuevo el plumero.