DADOS DE BASALTO

03 octubre 2014

Máquinas a vapor sanguíneo.

Me hace una foto M. con su móvil y resulta que analiza la edad que tengo y me saca sin arrugas. ¿Dónde ha quedado el retoque fotográfico que aprendí? Entonces se hacía en blanco y negro tapando la exposición de luz en el revelado y añadiendo o quitando con medios artesanales lo que convenía. Luego llegó el Photoshop (la marca ha dado nombre a los diversos programas)  y ahora ya ni siquiera necesitas aprender a manejar un programa. Todo es automático. Vivimos en Matrix y no nos hemos enterado. Las máquinas sustituyen a los trabajadores por doquier y a falta de máquinas nos convertimos en autómatas. ¿No te lo crees? Pues a ver quien te echa ya gasolina en el coche cuando repostas. El mundo que soñamos se ha transformado en pesadilla.