Otro estudio más da crédito a la biología frente al amor. En el período más fértil femenino las mujeres desean más a sus parejas si son sexualmente atractivas y menos si no lo son. Es en definitiva elegir al mejor macho, y no deberíamos avergonzarnos al reconocernos animales. Luego nuestro córtex cerebral enseña que para las largas crianzas humanas tal vez sea mejor tener un macho menos atractivo, pero más implicado, que otro más atractivo pero sin intención de cuidar la prole (dice también la ciencia que uno de cada diez son hijos de cuco).
El otro estudio me intriga más ya que estamos cada día más cerca de poner inyecciones sin aguja y sin embargo a mí me vacunaron en esa época -que aún no me han indemnizado- con aire comprimido. ¡Qué avanzados estábamos! Adjunto imagen similar a mi propia vacunación ganadera.
