No creo, en absoluto, en la teoría economicista que propugnan algunos ciudadanos civiles que se dedican al ordenamiento de la ciudad. Más allá de los gastos generados por su labor y una compensación similar a la de la renta básica deberían ser suficientes para la mayoría de los que por vocación (se supone) trabajan por el bien común. Hay gente de sobra necesitada de prestigio y peloteo circundante para rellenar listas. Habría, sin duda, habría.