Creo que soy recurrente pero debo protestar una vez más. Ni siquiera este espléndido seis de enero ha conseguido sacar niños a la calle. No hay bicicletas, ni cochecitos, ni balones (salvo quizás para los más pequeños). El sol es una televisión de LCD y el mundo es virtual. Nos esperan generaciones asociales por no decir insociables. Al tiempo.Magnífico el editorial plástico de Enrique Bonet
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