Encuentro a través de Álvaro (siempre al tanto de tanto), la entrevista a Bayal en El cultural. Entre las afirmaciones ésta: "El mundo rural de la novela ya ha desaparecido y no era un mundo dichoso. Pero la implantación de una cultura de consumo afecta al espíritu del individuo y desde luego no presagia ni el bien ni la verdad ni la belleza". Nunca mejor dicho. Ayer en una apreciada charla con otro profesor de lengua en un IES (éste de Huelva) se quejaba de que allí todo estaba peor porque hay mucho dinero: legal, (fresas, pesca de altura en Gambia...); e ilegal (inmigración, drogas...) y que el consumo ha hecho que los chicos hayan involucionado hacia un machismo más radical y las chicas, ¡ay!, encantadas con tales machitos. Todo esto, claro, hablando siempre en general. Faltaría más.
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