DADOS DE BASALTO

25 marzo 2009

Infalible

El editor tenía un pequeño secreto, entregaba a la señora de la limpieza los manuscritos que llegaban. Casi todos le producían sueño en las primeras páginas y no los leía ("En la mayoría de los libros una sabe que no ocurrirá nada ¡Señó, una lo sabe! En otros, una sabe qué ocurrirá, de modo que no necesita leerlos") sólo algunos la mantenían despierta y eran esos los que Wolf editaba. Nunca se equivocó en la elección. Todos esos libros eran siempre un gran éxito (de Irving en El mundo según Garp a propósito del libro El mundo según Besenhaver).

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