Hemos encontrado, al fin, un punto en común: A todos los bichos (pro o contra) nos encantan los linces, las tortugas y las ballenas. Ahora falta por saber cómo es posible que un cerebro tan pequeño como el nuestro pueda tener tanta claridad de ideas y defender el pro o el contra con tanta vehemencia y frente a todo lo evidente (del pro y del contra)
No hay comentarios:
Publicar un comentario