Sólo por el uso de varios colores en mis notas mejoré la retención un 30% dice T. Buzan. Puede que sea así, pero mis notas siguen siendo excesivamente lineales para su gusto y mucho antes de conocerle (en libros claro) usaba al menos tres colores en las notas. Quien comparte mesa de estudio conmigo realiza también esa misma operación. Tal vez la haya copiado de mí (tenía tres meses cuando la sentaba en mis rodillas y me ayudaba a estudiar la carrera) o simplemente haya cogido gusto (por propia voluntad y placer) al cambio de colores. Lo que sí sé es que cuando nos ponemos juntos a tomar notas y apuntes hay un continuo tac, tac, tac originado por el soltar y recoger alternativamente el color cyan, rosa, verde, azul, rojo o negro, según gustos. Todo un concierto de sonidos que me produce gracia y que, por tanto, tengo que contar en este público diario.
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