Yo no tuve ordenador en mi escuela (a dios gracias), pero tampoco (como ahora) trabajé con CoRT (De Bono, E. Seis pares de zapatos para la acción. Barcelona: Paidós 1992) A mi sólo me pasaban test que, ahora cuando los leo, imagino cómo harían llorar a mis padres. Si lo hubiera hecho, (trabajar con CoRT) seguramente sabría resolver problemas con claridad porque habría integrado razón y emoción. Las tensiones decisorias tienen eso, que te agotan, y aún no ha empezado la avalancha de matrículas. ¡Qué ganas de findesemana!
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