No puedo dejar de citar la entrada de Beatriz que reproduce una advertencia sobre cambios de ropa en el mercadillo de Cái. Me fascina el hecho de que palabras tabú en medio mundo [o tres cuartos] allí sean de uso común. Un padre por ejemplo puede llamar a su pequeña "schoschete pelaete" o una madre puede dirigirse a su niño llamándole "pischa". El dialecto de Cádiz, dicen los lingüistas que lo estudian
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