Vivimos con genes, dicen los científicos, que no han evolucionado, prácticamente, desde que nuestra especie se originó. Genes diseñados para criaturas que comían poco y más que menos pasaban hambre. Ahora esos genes han de adaptarse, y no lo logran, a la abundancia y sobrealimentación. Los dulces, que no existían en la naturaleza, constituyen ahora una gran parte de la dieta [de la infantil aún más] Hemos producido alimentos transgénicos y pronto comercializaremos alimentos clónicos pero no solucionaremos el hambre en el mundo. Como siempre enriqueceremos la sociedad opulenta y esquilmaremos a las sociedades hambrientas. El futuro humano es negro pero no será, claro, igual para todos.
Nota Personal: Mi admiración para Ricardo Cabezas, coordinador cultural de Aupex, hasta hace poco, que pronto marchará con su mujer a trabajar con los más necesitados. En el aspecto personal muchos te echaremos de menos y en el institucional las UUPP también ¡Suerte!
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