Se me abrieron los poros de la risa incontenible al escuchar a las siete de la mañana en RNE que hoy el Principe entregaría los premios en Oviedo "bajo la atenta mirada de Dª Leticia y su madre" [sic] Luego a la tarde, aprovechando que tocaba en casa, no he podido por menos de ver todo el acto con discursos incluidos. Hace mucho bien a uno ver a gente que hace cosas por los demás. He llorado varias veces [debo estar blando últimamente] pero claro, son premios al valor, el trabajo y la solidaridad. Nada que ver con otros locales peloteros que conocemos todos. Ver estas cosas, igual que ver mundo, te hace entender que existe vida inteligente. Por estos lares también la hay pero si no la vemos, en muchas ocasiones, cerca de nosotros es debido a que, habitualmente, las murallas y sus defensores la axfisian. Panem et circenses
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