"Levántate tú, que yo estoy descalza" -decía la mujer a su marido cuando estando los dos dormidos en la cama el niño lloraba. El marido por supuesto se levantaba apurado y sólo un rato más tarde descubría la trampa materna. Es así: La comunicación requiere siempre una razón. Prueba en una cola a decir: "Tengo que pasar porque...tengo algo urgente" Seguro que pasas. Dar razón de algo, aunque sea una razón estupida es uno de los quince principios de comunicación que he reunido. Suelen funcionar, pero el mejor de todos es: Trata al otro como el otro desea ser tratado y claro, ese, precísamente ese, me cuesta tanto con algún interlocutor... que no soy capaz de cumplirlo ¡Pena de vida, oye!
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