Uff! madrugón para empalmar con dos Ferrys -a partir de ahora va a ser el medio de transporte más usado- que nos han permitido atravesar los fiordos de Lyngen y Ulls. El paisaje espectacular [¿repito mucho el adjetivo?] lleno de glaciares de valle. Las aguas azules o verdes. En este viaje "vamos en familia" [casi] Nos comenta en privado la guía que se nota la crisis. No sólo de Españoles o Catalanes si no también de Alemanes. Han cancelado varios grupos y han unido con otras agencias a otros. En Tromso hemos hecho dos visitas: A la catedral ártica [para catedrales España por mucho que esta la haya hecho algún arquitecto famoso a base de triángulos. Seguro que ha salido en revistas de arquitectura] y a la colina en teleférico para ver la ciudad. Allí habían subido también los novios e invitados a una boda [boda norteuropea claro, nada que ver tampoco con Spain, aunque si te fijas allí también subimos a la montaña pero con la excusa de la ermita del puerto] El tiempo ha mejorado mucho -quiero decir que llevamos el polar sin abrochar, un éxito. A pesar de todo comemos helados como hacen ellos. Son grandes consumidores y ¡qué leches, estamos en verano! Teníamos dos opciones de museo: El del héroe nacional Amundsen -de aquí salió en su último viaje y desapareció para siempre- o el Polaria [aquí también se ha lucido un arquitecto dándole forma de bloques de hielo] En el segundo acuarios y focas. Bien solo. Luego paseo por esta capital universitaria de 60.000 habitantes. Aquí ya hay marcha o al menos movimiento, incluso tres puestos de venta en la calle. Han cerrado a las 19 horas [¡fíjate!] Además también hay un Burger King [sale en las guías como el más septentrional de Europa ¡Vaya merito!]
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