No es posible -me digo- que trate de eso. Pero sí, se trata de llevar salmones a Yemen, aunque hay mucho más en este libro de estructura narrativa cómoda, que se lee de un tirón y aún así no deja títere con cabeza. Lo compré para las vacaciones que inicio esta tarde en Cádiz [indico así que mis idas y venidas en el mes de vacaciones harán discontinuo este diario ] pero no ha sobrevivido al finde. Será, me digo, que aunque ya se pesque poco en esta tierra extrema, me sigue gustando mucho el pescar.
"-Pero vengo observando hace tiempo -continuó su excelencia- que hay un grupo de personas que, apasionadas por el deporte, ignoran todo cuanto tiene que ver con la clase social...Me refiero, por supuesto, a pescadores de salmón, mejor dicho, pescadores de todo tipo. Clase alta y clase baja, ricos y pobres, se olvidan de sí mismos en la contemplación de uno de los misterios de Dios: el salmón y por qué a veces atrapa la mosca con su boca y a veces no"
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