Más que removerme me remeneo. Me agito inquieto. Duermo en duermevela. Conocidos, y algún amigo, van ocupando el sillón, uno tras otro. Hago terapia. ¡Tantos asuntos! Me desvelo una y otra vez, las mismas que vuelvo a caer en ligero trance. Como en un ejercicio hipnótico duermo y despierto. Se ha levantado D.C. se sienta J.B. y luego A.H. pero hay más. Tantos que es la primera vez en muchos años que me despierto después de que -¿es el o la? - radio/despertador suene. Noto la sangre en el cerebro y tengo un dolor de cabeza terrible. Siguiendo mi hábito no tomo nada. El dolor desaparece con un poco de concentración, pero el sueño ¡no sé si llegaré al curro o me dormiré por el camino!
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