Realidad y Ficción

Dice la Ley que su desconocimiento no exime del deber de cumplirla. De no ser así, el "no sabía" se convertiría en la excusa perfecta para la exención; pero revuelve mi imaginación el escuchar a cualquier "Superhéroe del Orden Establecido" [funcionario o electo asimilado] manifestar a un "villano" [pequeño comercio o público en general] que debe exhibir tal cartel según dice tal BOE o DOE y que debería haberlo leído, que para eso se publica gratis en internet o que, -y hemos tenido un ejemplo reciente en Ésta- tal proyecto debe realizarse así porque estuvo expuesto en el Excelentísimo Tablón y nadie alegó en contra. Entonces sé que la ficción se ha hecho real y oigo a la voz decir: "-El fingir sorpesa no tiene sentido. Todos los planos y las órdenes de demolición han estado expuestos en vuestro departamento de planificación local, en Alfa Centauro, durante cincuenta de vuestros años terrestres, de modo que habéis tenido tiempo suficiente para presentar culaquier queja formal, y ya es demasiado tarde para armar alboroto" [Douglas Adams, Guía del autoestopista galáctico] Realidad y Ficción, ¡tan parecidas!