Más allá de la comprobación [ahora noticia] de que sólo existen diferencias culturales en el aprendizaje de las matemáticas -y por extensión de todas las capacidades visoespaciales- entre hombres y mujeres, está el hecho de que volvemos -no hay más que comparar publicaciones-, tras una época biologicista y genética [relativamente corta], a conceder la importancia merecida, y robada, al aprendizaje, la educación y la cultura como los factores determinantes del desarrollo humano. Todo va y vuelve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario