El jueves citaron a los obreros para darles puerta: "No hay ningún corte". En la constructora de al lado han sido cincuenta los despedidos [¡cincuenta, en una ciudad como Plasencia!]. Los números de la mala fortuna se reparten continuamente. En el tránsito del jueves al viernes los ladrones subieron asidos a la tubería del gas y penetraron por una pequeña ventana robando lo que pudieron y destrozando lo que quisieron. Volverán -dijo el policia. Han vuelto esta noche. Robo y paro correlacionan pero no sabemos la direccionalidad. Regularemos la libertad religiosa, aunque eso no le importe un bledo a nadie.
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