No sé si por contagio de blogs -los memes de Dawkins de los que hablamos hace tiempo-, o por pura coincidencia, leo en el blog de Beatriz que uno de los libros más vendidos en Cádiz [siete ediciones] es El habla de Cádiz de Payán Sotomayor, filólogo y profesor universitario, que estudia los términos específicos de un área tan reducida como la Tacita de Plata. "Es evidente que el gaditano tiene conciencia de ser andaluz y español, de hablar español y, sin embargo, de poseer una norma lingüística diferente a la de Castilla. El pueblo sabe igualmente que su modo de hablar es menospreciado y que los mismos andaluces no le prestamos la atención que merece. Es más, nos avergonzamos y nos acomplejamos... Pero al mismo tiempo queremos estimular todo lo que puede favorecer al español como lengua de cultura de veinte pueblos y de más de trescientos millones de seres humanos. Esa es nuestra postura. Y en ella se enmarca la intención y el contenido de este trabajo", dice el autor.
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