El hombre tenía el calendario tachado día a día. Me recordó la condena autoimpuesta hace años desde el primer día de mili [llevar cuenta de un año odiado]. Pensé que vería el final, pero el final nunca llegaba. No volveré a tachar jamás. Los días nunca acaban y el tiempo es eterno. Todo esto viene a cuento porque hoy ha sido un día importante y he soñado con la idea de marcar con k.o. los días malos y con o.k. los buenos. Lo he soñado porque hoy sería un OK grandioso y la etiqueta de este post, si también las usara, sería personal o tal vez de mi perfil La vida a veces funciona y no es cosa del ADSL. No marcaré nunca más, entre otras cosas porque de seguro los k.o. siempre serán más que los o.k.
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