Biblioteca para préstamo o hurto

Circula por la red, aunque ignoro si es actual o ha quedado atrapada en el tiempo y espacio cibernético, una carta de José Luis Sampedro oponiéndose al canon de préstamo de libros de biblioteca. Sea antigua o no, lo del dichoso canon prestatario [otro más después de lo de la música que, digo yo que, si lo cobran es por ser legal piratear] parece ir adelante merced a algún listillo o listilla de los que nos tocan tan a menudo las gónadas. Está muy bien impedir al máximo el acceso a los libros. No vaya a ser que alguno le coja aficción a la lectura. Una persona a quien quiero y cuyo nombre no mencionaré me recriminó haber tapado con puertas opacas los libros de la biblioteca. Mi excusa fue que así se evitaban tentaciones de hurto. "¡Y si roban los libros qué! -me dijo. También están para eso". Y tiene razón. Tiene toda la razón.