DADOS DE BASALTO

21 diciembre 2007

Adriá vs. Calatrava

Imagino que el sueño es común y, salvo la tediosa necesidad de cocinar a diario y sobre todo pensar qué pongo mañana, cualquiera cree posible emular a uno de los grandes del fogón. Casi todo es práctica e imaginación y a fin de cuentas, con buenos productos la sartén de mi casa es como la de Arguiñano. Así, en plan grande, es una profesión tan dignificada por los medios que algunos hablan incluso de arte. De dineros también. En la parte opuesta un peón albañil difícilmente puede soñar con emular a los Calatrava de turno. Da igual lo bien de recta que suba una pared, el cemento no es igual que el proyecto. Mancha más y se paga menos. Puestas así las cosas no es de extrañar que cueste hallar alumnos de albañilería y sobren de cocina. Todos somos iguales pero siempre hay algunos más iguales que otros.

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