Mi madre, mi padre y muchos como ellos han acabado ya -con mucha pena, según dicen- la universidad. La vida -perra- hizo que mi madre no pudiera estudiar y mi padre otro tanto. Uno recuerda de chico el valor que ellos daban a los estudios y como consiguieron que los tres alcanzáramos licenciaturas o doctorados. La presencia en el acto de Ibarra y Vara concede la importancia que merece esa celebración. ¡Chapeau! [¡qué envidia!]
Pd. Mi madre es mucho más guapa de lo que sale en el papel y no es pasión de hijo
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