DADOS DE BASALTO

07 octubre 2007

Comer oro

No es el reproche habitual a los dominicales de ofrecer cosas al alcance de muy pocos: coches de lujo, mansiones imposibles y manjares de chef. Es algo más. Si comemos oro ¿defecaremos Chanel Nº5? Más importante aún, ¿influirá tal hecho en los precios del biodiesel para que los pueblos más oprimidos puedan seguir comiendo tortas de maíz?

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