Hemos pasado bastantes horas nocturnas en el aeropuerto esperando embarcar. Lo hemos hecho a eso de las seis de la mañana. Antes un grupo de ¿neederlanders? todos clónicamente rubios/as acompañados de una monja [seguro que lo era] y un cura [también] vestidos de camiseta amarilla en la que en seis idiomas se leía "amar es servir" han desplegado sus mantas y colchonetas a nuestro alrededor.
Me ha parecido ver a dos o tres "vivientes" de aeropuerto, idénticos a la estatua de la T1 que parece un mimo [todo cambia, ahora el arte escultórico imita a los imitadores del arte]. De los tres tras pasar por el baño una salió con rulos. Han cenado y dormido en bancos próximos al nuestro.
El control de embarque cada vez más pesado. Pitidos para todos, incluido un cura de "alto grado" [lo supongo por la sotana bien planchada] a quien la chica policia ha dejado pasar sin más control [¿una sotana puede llevar armas debajo?]
El País trae un chiste de Peridis en el que Aznar le grita a Rajoy: "que nos hundes" y es verdad. Las próximas elecciones serán las del candidato porque previsiblemente no ganará, salvo milagro mayor [Zapatero ya lo tuvo], y los buitres del partido [sus hermanos] se repartirán los despojos. Pronto embarcaremos para Bucarest vía Roma. ¿Llegarán las maletas?
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