Le pasaron las claves para mejorar el rendimiento de sus personajes en Los Sims II. Obtener dinero sin currar, tener mejores trabajos, conseguir una casa más grande sin esfuerzo y muchas perversiones más. Todo chiquilladas -pensaba yo-, deseos infantiles de cualquier adulto también, hasta que me contó la última "hazaña". Aumentó la afinidad entre la joven y el anciano para que se casaran y justo después la bajó al mínimo. Se divorciaron y ella se quedó, por supuesto, con todos los bienes que aquel poseía, incluyendo sus nietos a los que echaría de casa en cuanto fueran mayores de edad.
Anoto en mi mente: ¡Qué bichos estamos criando!
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