Las noches convenidas, lo esperaba desnuda bajo las mantas, leyendo ensayos de teoría política y filosofía moral.
-Creo que no los entiendo -había reconocido ella un día-; sólo los leo como poesía. Me gusta el sonido de las palabras, pero no creo que mi impresión lerda y torcida del mundo vaya a cambiar por lo que leo.
Gregory Maguire. Wicked.
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