No sólo todos los medios retransmitían el supernotición desde las puertas de la clínica privada si no que también organizaban programas especiales llenos de contertulios dedicados a hablar de la niña Sofía. Anhelé vivir en una república y me desplacé a locales. Aquí los niños y niñas tenían los colmillos retorcidos.
-¡Lástima de anarquía! -grité.
-¿Me has dicho algo? -preguntó Pilar desde otra habitación
-Que voy a leer un rato.
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