El nuevo año nunca es una hoja en blanco y, lamentablemente, no creo que para mi vaya a suponer ninguna novedad laboral [no me quejo, sólo describo], ni siquiera una mejora de salud en los más cercanos. Aún así el siete siempre fue un buen número. ¡Si uno creyera más en los hados o el destino!
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