DADOS DE BASALTO

22 septiembre 2006

Un buen nombre

Era yo más chico [no mucho más], cuando reprochaba entre bromas [crueles a veces] a mis progenitores haberme dado unos apellidos tan comunes. Ni notarios, ni cirujanos, ni siquiera escritores osarían llamarse de modo tan común. Ahora uno pone en internet su nombre y encuentra hasta investigadores de renombre, pero entonces era otro cantar. Aún así, el nombre es un indicador de éxito. Juro solemnemente que el curso de Pilates -que atrajo a más de cincuenta personas a la UP- es el mismo que dimos hace cuatro meses, -para el que nos costó juntar a las 16 requeridas-, pero no lo llamamos así, no fuera a ser que alguna academia dijera que le hacíamos compentencia.
¡Si yo tenía que haberme llamado Pilatos! [o similar]

No hay comentarios: