Es durísimo para un simple mortal como yo transitar en los portales del espacio y el tiempo. El mercado capitalista ya ha anunciado que al dvd le queda un suspiro de vida y yo, tras la fructífera experiencia de deshacerme de las cintas de música, hago lo propio con las de vhs. Cinco "pelis" en un "deuvedé" es un ahorro de espacio considerable pero al contrario de lo que afirma la física cuántica el tiempo de la tarea se extiende infinito ante mi. Me veo en un bucle sin salida pasando al nuevo sistema sin haber acabado de grabar en éste. Necesito un agujero temporal o me imagino -salvando las distancias- como el bueno de Sísifo incapaz de acabar nunca la tarea.
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