No se si llegaré algún día a saber calcular en euros, temo que más allá de los productos de menor valor, aquellos que abarcan desde una bolsa de pipas hasta los cien euros [máximo], no voy a ser nunca capaz de conocer de modo intuitivo el valor de los euros.
Contrariamente a mi hija, que como dicen los sicólogos-sociólogos, forma ya parte de una cohorte distinta.
La otra tarde comentaba con un amigo el precio de un libro que aparecerá próximamente, y atentos a la conversación se hallaban ella y su primo. Al mencionar el precio en pesetas, saltaron como un resorte diciendo, ¿en euros, por favor?
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