En mi profunda ingenuidad sicológica comentaba yo ayer al ver la foto de la familia real, como dichas fotos están muy estudiadas, de manera que no se ponen los nietos al azar -como pasa en la familia de cualquier vecino [normal]- y que incluso la posición de la más pequeña con la cabeza hacia el lado izquierdo -donde estaba Juan Carlos- tenía su miga sucesoria. La realidad como siempre, se demostró mucho más cruel. Como ocurre en la actualidad a muchísimos ciudadanos agobiados por trabajos y quehaceres, los miembros reales no pudieron pasar de virtuales.
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